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Vicente Fox Quesada |
El sector rural se ha convertido
en un foco de números rojos en donde la miseria y pobreza se han hecho presente
desde hace muchos sexenios, las promesas y compromisos que existen en cada
campaña electoral simplemente han quedado escritos en hojas de papel, los
hechos no se han observado en realidad y las necesidades y carencias se siguen
incrementando de tal grado que muchas familias se han desintegrado y otras más
emigran a Estados Unidos de Norte América en busca de nuevas oportunidades y
quizás nuevos sueños.
Es una clara marginación hacia la
gente del campo en donde el tiempo se ha detenido, la penuria y hambre es la
sombra y tormento de cientos de familias que se encuentran abandonadas por los
tres niveles de gobierno y tan solo cobijadas por la mano de Dios, los recursos
económicos que son destinados para la producción agrícola, hortalizas, pequeños
criaderos de aves de corral, borregos, formación de colonias de abejas entre
otros programas, se desvían o se quedan en manos de algunos funcionarios y
lidercillos lambiscones.
Es evidente señalar y escuchar el
llanto silencioso de quienes se dedican a sembrar sus tierras, quienes
sacrifican su tiempo y pocos recursos económicos que ahorran durante muchos
meses e incluso años, pero para su mala fortuna el producto cosechado no se
comercializa al no tener un mercado seguro y cuando se logra tener contacto con
algún comprador, estos los explotan y pagan a precios raquíticos, son los
llamados “Coyotes”, ratas modernas que
abusan de la humildad de la gente que lucha por sobrevivir.
Ha sido por años una verdadera
burla por quienes han llegado al poder a la presidencia nacional, claro ejemplo
fue del señor de la botas, o el mandilón, Vicente Fox Quesada, quien se auto
nombró “El presidente del campo”, anunciando que sería quien acabaría con la
pobreza de los campesinos, pero como era de esperarse, fueron tan solo jaladas
y fantasías infantiles, sus falsas palabras lo convirtieron en otro más del
montón y en un falso títere que estuvo durante los seis años bajo la falda de
Martha María Sahagún Jiménez, para muchos, la chancluda que gobernó a México.
Fue tan solo un simple y
miserable fantasma como presidente de la república, la pobreza se incrementó
considerablemente, los afectados fueron como siempre los de escasos recursos
económicos, las familias campesinas, el sector rural y sobre todo los
habitantes de las colonias populares marginadas, todo un fracaso y una
vergüenza para el país, pero quien se encuentra en el poder les vale madres lo
que pueda ocurrir con segundas o terceras personas, mientras existan recursos
económicos, regalías, adquisición de tierras, flotillas de autos último modelo
y viajes de placer entre otras cosas, lo demás no les importa.
Hoy en la actualidad Felipe Calderón
Hinojosa, se dijo ser el “Presidente del empleo”, otra mentira más para la
sociedad mexicana que lo convierte en el mejor actor cómico de la temporada,
millones de personas se encuentran en la calle solicitando algún trabajo, otros
más se encuentran mendigando una moneda para el sustento familiar, e incluso
muchos jóvenes con titulo en mano ejercen labores como albañiles, ayudantes de
cocina, taxistas y algunos más emigran a otros estados o países. ¿En donde han
quedado esos compromisos y promesas?, ¿Por qué siguen engañando a familias
humildes y hundidos en la pobreza?, ¿Cuándo se hará realidad las palabras de
muchos falsos profetas que solo buscan sus propios intereses?
En Quintana Roo también existe la
pobreza, la podemos observar en las comunidades y colonias de la periferia, en
donde las familias se están muriendo de hambre, sus hogares de laminas de
cartón, con pisos de tierras, muchos sin energía eléctrica, otros no cuentan
con la canasta básica alimenticia, se vive en condiciones deplorables, las
puertas de los gobiernos federales, estatales y municipales se encuentran
totalmente cerradas, los recursos no fluyen y las carencias salen a flote, la
impotencia se apodera de los pobres.
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Pedro Dzib Puc |
Mientras que un gran número de
vividores, parásitos y lambiscones pegados a la ubre del gobierno estatal son
quienes se benefician en la misma complicidad de funcionarios corruptos y corrompidos
por él y hambre del dinero, el último caso vergonzoso se presentó en el ayuntamiento
de José María Morelos cuando el titular de la SEDARI, Germán Parra López otorgó
300 mil pesos al oportunista de calle, Pedro Dzib Puc quien se refugia como lidercillo
de la UNORCA, recursos que estaban destinados para la gente del campo, para las
muchas familias que piden a gritos una migaja de lo que en realidad les
pertenece.
Este sucio funcionario entregó en
recurso económico para que el ratoncillo milpero dejara de interrumpir la
campaña permanente que realiza su hermano Juan José Parra López para poder
llegar a la silla municipal de José María Morelos y es que Dzib Puc se había
convertido en una verdulera revoltosa, chismosa y venenosa que dejaba como palo
de gallinero los sueños rosados del actual diputado local, esto bastó para que
el millonario profesor prófugo de las aulas tomara dicho dinero para callar de
manera definitiva la boca viboriana de Pedrito, el enemigo de la gente pobre y
amigo de la corrupción, pero más aún del dinero fácil, como si se tratara de
una fodonga de la vida alegre.
Estos actos fecales se han vivido
en todos los sexenio y se aplica desde el más alto nivel que es el federal,
estatal y municipal, es tan grande esta putrefacción que ha contaminado y
enfermado a personas que de manera miserable se prestan a ser cómplices de los robos
más bajos y sucios en contra de las familias que han vivido alejadas de las
autoridades, perdidas en el abismo de la pobreza, impotentes para alzar sus
voces y reclamar lo que les pertenece, por eso, los ricos serán más poderosos y
sobre todo más ricos, mientras que los pobres seguirán soñando despiertos y lógicamente
seguirán más jodidos en la miseria y desgracia.