Los 10
Mandamientos De Un Buen Presidente Municipal
Por Roberto Geffroy
1nunca debo olvidar que soy un representante Ciudadano, y como tal debo
representar las aspiraciones y esperanzas Ciudadanas. Debo ser siempre honesto
estar dispuesto a trabajar al servicio de todos, particularmente los más
necesitados, ya que son ellos quienes más necesitan una nueva política
municipal.
2Debo actuar con serenidad y eficacia, no ser demagogo, ni hacer promesas
que no pueda cumplir. Debo ser accesible y estar abierto a todos los ciudadanos
demostrar como Autoridad Municipal mi voluntad a trabajar al servicio de todos
y con todos.
3Debo demostrar con hechos y a corto plazo que es posible hacer una
gestión eficaz, eficiente y democrática. Proponer de inmediato un plan de
trabajo y empezar a realizarlo, estableciendo con claridad los objetivos que se
quieren cumplir al año y a los tres años, para que después se evalúe y juzgue,
buscando que a los tres meses se pueda notar que algo ha cambiado.
4Debo trabajar intensamente para sanear las dependencias del gobierno
municipal, erradicando la corrupción, la ineficacia el clientelismo político y
los cacicazgos, y al mismo tiempo fortalecer el Cabildo. Debo realizar una
administración clara y transparente para todos los ciudadanos, donde se trabaje
.con eficiencia y se reciba con atención; entonces así se podrá exigir de todos
los ciudadanos, la misma claridad, honestidad y educación cívica.
5Debo hacer del gobierno municipal un instrumento al servicio de
la comunidad, y no al servicio de caciques, grupos de presión, grandes
empresarios o especuladores de todo tipo. Debo trabajar por reconstruir las
comunidades, los barrios, los pueblos y las ciudades, para que en ellas se
pueda vivir dignamente en un marco de justicia, legalidad, tolerancia, respeto
y equidad.
6Debo ser consciente de que la política municipal no la hace sólo el presidente
o la presidenta municipal, ni tampoco es monopolio de los técnicos y
especialistas. La política municipal debe hacerla el conjunto de los
ciudadanos, de manera directa o a través de diversas formas de organización y asociación.
Debo trabajar para abrir y descentralizar la administración pública, buscando
la participación de los legítimos representantes de las comunidades y de los
distintos sectores o intereses ciudadanos, con la conciencia de que nadie es
poseedor exclusivo de la verdad, y por lo mismo, saber asumir los conflictos
con sectores ciudadanos como signo del fortalecimiento de la sociedad civil.
7Debo ser consciente de la gravedad de los problemas y de los obstáculos
a superar, entendiendo que la tarea del presidente o la presidenta
municipal, no es sólo administrar los recursos públicos, sino combatir de
frente el centralismo, el autoritarismo y el interés particular, cuando éste se
quiere imponer sobre el interés público, estimulando la movilización y la organización
de los ciudadanos, ya que ésta es la fuerza más importante del municipio.
8Debo superar la visión estrecha y localista y trabajar por la
democratización del municipio, como un medio para reconstruir el país y en la
participación ciudadana; donde el municipio desarrolle una política que se
apoye en las aspiraciones y demandas de la población consciente y activa.
9Debo dar ejemplo haciendo del Ayuntamiento un organismo
irreprochablemente democrático, que elimine el personalismo y la concentración
de poderes en el presidente, poniendo al cabildo en primer plano,
abriéndolo a la ciudadanía y hacer del Ayuntamiento una institución pública
10Para tener un buen ayuntamiento debo proponer una nueva ciudad y
una vida solidaria que termine con las injusticias y las marginaciones. El
cabildo debe representar la vieja aspiración de los mexicanos de construir un
municipio eficiente; por lo cual, debo ser un presidente democrático y
saber gobernar con todos y para todos, permitiendo la expresión de la diversidad
de ideas que conviven en los municipios de México, sólo así podré sentir
realmente, que estoy sirviendo al pueblo de mi país.