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Raúl Ek Be ex secretario general de Felipe Carrillo Puerto, (Traidor) |
El ahora ex secretario general del ayuntamiento de Felipe Carrillo
Puerto Raúl Ek Be, fue sustituido de su cargo de manera fulminante y sin
cuestionamientos por ser catalogado como un falso servidor, ignorante, nefasto,
analfabeta y con el cerebro lleno de partículas fecales que lo llevaron a un
fracaso total y a sentirse el heredero de la silla municipal que estará en
juego en estas próximas elecciones electorales.
Su pequeña y ridícula capacidad para ejercer sus labores
como secretario general lo encaminaron a tener una serie de problemas con
funcionarios del propio palacio municipal y con ello el enfrentamiento con el
presidente Sebastián Uc Yam quien le solicitaba e invitaba a que cumpliera con
sus deberes, pero este bicho simplemente se pasaba las ordenes por el arco del
triunfo, la enfermedad del poder invadía su diminuta masa encefálica.
Raúl Ek Be siempre fue la oveja negra del gabinete municipal
que encabeza Sebastián Uc Yam, llegó por suerte, pero más por error a ocupar
este cargo que causó la desgracia y divisionismo entre la clase trabajadora
sindicalizada, de confianza y con los propios compañeros cercanos, cosa
contraria con algunos regidores a quienes veneraba y se les arrastraba como víbora
milpera con el objetivo de obtener beneficio en sus interese personales.
Su ignorancia lo convertía en un mayordomo para la
oposición, en un personaje servicial convertido en una prostituta quien se vendía
al mejor postor, pero todo resultó simplemente una jalada mental, una
masturbación infantil, nada pudo recibir a cambio de sus sucias y maquiavélicas
intensiones, solo fue ocupado, escupido y defecado por quienes lo hicieron
creer que sería el próximo presidente municipal.
Fue tan solo un estúpido sueño de un malogrado politiquillo
de calle, su inmadurez, ambición y hambre del dinero lo llevaron a cavar su
propia tumba y a ser llamado un ogro dentro del gabinete municipal de Felipe
Carrillo Puerto, fue la vergüenza de una administración, hoy en el bajo y sucio
mundo lo conocen como la ramera o el traidor que mordió la mano a quien le ofreció
la oportunidad de trabajar y resaltar como funcionario o político.