En nuestra
entidad el tema de seguridad pública se ha convertido un diversos comentarios
donde como siempre las críticas están al orden de día, todo debido a la falta
de capacitación, preparación, condición física, manejo de armas, disciplina y
respeto a sus labores, muchos de nuestros guardianes nunca jamás han usado o
disparado una arma de fuego, sus enseñanzas se basan simplemente en teorías,
las macanas solo se usan en la detención de pobres e indefensos borrachines de
calle o los llamados escuadrón de la muerte.
Vamos a fondo sobre este tema que causa humorismo, imaginemos si nuestros flamantes policías fueran enviados a ser frente a un enorme problema por cualquiera que sea, ¿De qué manera serían seleccionados para entrar de manera directa en acción?
Número uno: como primer término estarían nuestros policías cansados, con poca visibilidad, enfermos de reumas y con el botiquín médico en mano, servidores ancianos que están a punto de expirar.
Número dos: sin duda alguna como segundo frente marcharían todos aquellos uniformados barrigones que solo se dedican a comer masa, salbutes, panuchos, empanadas y tortas, acompañando con una gran refresco de cola o pozol, para después echar la hueva, ¿Que pueden hacer estos gordos en alguna emergencia?, el sobre peso no los dejaría correr y serían presa fácil para los malhechores. ! Hágame usted el favor!
Número tres: En este sentido estarían firmes atentos al combate nuestros guardianes que no tienen la estatura reglamentaria y además raquíticos, pero con un poco más de agilidad, ¿Cual sería la respuesta total o final si estos hombrecitos se enfrentaran con la delincuencia?, solo basta imaginarlo y pensar la perdida que existiría.
Ahora la pregunta precisa, ¿Que policías nos quedarían para defender nuestra seguridad?, ¿Cuando se implementará las bajas de nuestros servidores policiacos que no cumplen con los requisitos y contratar a nuevos elementos con profesionalismo?
Esto es tan
solo una pequeña observación que va más allá de una cruel realidad.
Una realidad
que se puede observar en las calles, a los agentes de tránsito, policías de
seguridad pública estatal y municipal, el estado físico en que se encuentran,
obesos y prácticamente enfermos, otros más se pueden encontrar comisionados en dependencias
de gobierno de los tres niveles, en este lugar descansan todos aquellos policías
que llevan muchos años de servicio y lógicamente ya con demasiada edad, “Longevos”,
ancianos y clientes eternos de los hospitales médicos, estas personas deberían
de ser cuidadas por sus familiares o bien recluirlas en un asilo.
Se respetan
las buenas intenciones de cada uno de estos chuscos personajes, pero es mejor
que estén en sus hogares y no sea un gran gasto para el pueblo, porque lógicamente
los ciudadanos son quienes pagan con sus impuestos, en Quintana Roo se requiere
de personal con capacidad, estudios y conocimientos que es realmente un
elemento de seguridad pública, hoy si se hiciera una depuración de todos
aquellos policías que no cumplen con sus requisitos, el estado se quedaría sin
seguridad. ¡Aunque usted no lo crea!.
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