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| Sin palabras........ |
La corrupción, por lo tanto, puede tratarse de
una depravación moral o simbólica. Por ejemplo: “No
debemos tolerar la corrupción de nuestras tradiciones por presiones
extranjeras”, “Las declaraciones del ministro contribuyen a la
corrupción del acuerdo de paz”.
En otro sentido, la corrupción es la práctica que consiste en hacer abuso de poder, de funciones o de medios para sacar un provecho económico o de otra índole. Se entiende como corrupción política al mal uso del poder público para obtener una ventaja ilegítima: “Los casos de corrupción de este país han llegado a las primeras planas de los diarios del mundo”, “El ex presidente será enjuiciado por corrupción en la compra de un avión”, “Me encargaré de perseguir la corrupción para que no haya ningún escándalo en mi gobierno”.
El tráfico de influencias, el soborno, la extorsión y el fraude son algunas de las prácticas de corrupción, que se ven reflejadas en acciones como entregar dinero a un funcionario público para ganar una licitación o pagar una dádiva o coima para evitar una clausura.
A la corrupción se encadenan otros delitos, ya que el corrupto suele incurrir en la práctica para permitir o solicitar algo ilegal. Un policía resulta corrupto si recibe dinero de un hombre para que le permita robar en una casa sin intromisión policial. En este caso, se juntan dos delitos: el acto de corrupción y el robo.
Esto es tan solo parte de lo que puede significar la palabra
“Corrupción”. Ahora nos preguntamos que tanto pude influir esta palabra en la
vida de muchos políticos, funcionarios y representantes de distritos que
existen y han existido en nuestra entidad de Quintana Roo.
Cuantas veces se ha escuchado u observado en los distintos
medios informativos los nombres de personas que han sido calificadas como
corruptas, que han abusado del poder, pero sobre todo se convierten en amigos
de los ajeno, en verdaderos saqueadores de los recursos económicos que están destinados
para proyectos u obras que benefician a un sinnúmero de familias, pero
desafortunadamente no es así.
La putrefacción existe y existirá por todos los siglos,
muchos sujetos lo realizan o aplican con cautela, otros más llegan como
depredadores a cumplir con el objetivo de enriquecerse de la noche a la mañana,
ser corrupto es parte de una política, ser corrupto es parte de la vida de
quien tiene la fortuna de permanecer en algún cargo de alto rango o a veces
desde el más mínimo, que es donde se aprende las maquiavélicas mañas.
No es necesario hacer mención de algunos nombres de personas
que han sido señalados como corruptos, en la actualidad esos nombres han quedado
guardados en el libro negro, pero más aún en las mentes de muchos ciudadanos y
familias que han sido dañadas por funcionarios que han traicionado la buena fe
del pueblo que depositó la confianza. Usted tiene su propia versión y comentario.
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