Presidentes municipales electos del estado de Quintana Roo |
1Nunca debo olvidar que soy un representante Ciudadano,
y como tal debo representar las aspiraciones y esperanzas Ciudadanas. Debo ser
siempre honesto, sincero y estar dispuesto a trabajar al servicio de todos,
particularmente los más necesitados, ya que son ellos quienes más necesitan una
nueva política municipal.
2Debo actuar con serenidad, respeto y eficacia, no ser
demagogo, ni hacer promesas que no pueda cumplir. Debo ser accesible y estar
abierto a todos los ciudadanos demostrar como Autoridad Municipal mi voluntad a trabajar al servicio de todos y
con todos.
3Debo demostrar con hechos y a corto plazo que es
posible hacer una gestión eficaz, eficiente y democrática. Proponer de
inmediato un plan de trabajo y empezar a realizarlo, estableciendo con claridad
los objetivos y retos que se quieren cumplir al año y a los tres años, para que
después se evalúe y juzgue, buscando que a los tres meses se pueda notar que
algo ha cambiado a beneficio de la sociedad.
4Debo trabajar intensamente para sanear las
dependencias del gobierno municipal, erradicando la corrupción, la ineficacia
el clientelismo político y los cacicazgos, y al mismo tiempo fortalecer el
Cabildo. Debo realizar una administración clara, sana y transparente para todos
los ciudadanos, donde se trabaje .con eficiencia y se reciba con atención; entonces
así se podrá exigir de manera abierta a todos los ciudadanos, la misma
claridad, honestidad y educación cívica.
5Debo hacer del gobierno
municipal un instrumento al servicio de la comunidad, y no al
servicio de caciques, grupos de presión, grandes empresarios o especuladores de
todo tipo. Debo trabajar por reconstruir las comunidades, los barrios, los
pueblos y las ciudades, para que en ellas se pueda vivir dignamente en un marco
de justicia, legalidad, tolerancia, respeto y equidad y sobre todo seguridad
que es lo primordial para las familias enteras.
6Debo ser consciente de que la política municipal no la
hace sólo el presidente o la presidenta municipal, ni tampoco es
monopolio de los técnicos y especialistas. La política municipal debe hacerla
el conjunto de los ciudadanos, de manera directa o a través de diversas formas
de organización y asociación. Debo trabajar para abrir y descentralizar la
administración pública, buscando la participación de los legítimos
representantes de las comunidades y de los distintos sectores o intereses
ciudadanos, con la conciencia de que nadie es poseedor exclusivo de la verdad,
y por lo mismo, saber asumir los conflictos con sectores ciudadanos como signo
del fortalecimiento de la sociedad civil.
7Debo ser consciente de la gravedad de los problemas y
de los obstáculos a superar, entendiendo que la tarea del presidente o la presidenta
municipal, no es sólo administrar los recursos públicos, sino
combatir de frente el centralismo, el autoritarismo y el interés particular,
cuando éste se quiere imponer sobre el interés público, estimulando la
movilización y la organización de los ciudadanos, ya que ésta es la fuerza más
importante del municipio.
8Debo superar la visión estrecha y localista y trabajar
por la democratización del municipio, como un medio para reconstruir el país y
en la participación ciudadana; donde el municipio desarrolle una política que
se apoye en las aspiraciones y demandas de la población consciente y activa.
9Debo dar ejemplo haciendo del Ayuntamiento un
organismo irreprochablemente democrático, que elimine el personalismo,
nepotismo, (Dedazo) y la concentración de poderes en el presidente, poniendo al cabildo en primer plano,
abriéndolo a la ciudadanía y hacer del Ayuntamiento una institución pública
10Para tener un buen ayuntamiento debo proponer una nueva ciudad y una
vida solidaria que termine con las injusticias, negligencias y las
marginaciones. El cabildo debe representar la vieja aspiración de los mexicanos
de construir un municipio eficiente y progresivo; por lo cual, debo ser un presidente democrático y
saber gobernar con todos y para todos, permitiendo la expresión de la
diversidad de ideas que conviven en los municipios de México, sólo así podré
sentir realmente, que estoy sirviendo al pueblo de mi país y a mi Quintana Roo.
Quienes cumplan con estos mandamientos serán sin duda unos excelentes Presidentes Municipales que en verdad tienen la imaginación, idea o deseos de trabajar y servir para el pueblo que les ha brindado la confianza y entregado en su totalidad el poder para que gobierne con eficiencia, respeto y honestidad, el individuo que viole y no respete estas sentencias obtendrá el castigo divino de la propia mano del pueblo.
La sociedad quintanarroense
está harta y fastidiada de las muchas humillaciones que han tenido de algunos
presidentes municipales, mismos que han hecho del poder un botín económico que
junto con sus pandillas han saqueado las arcas de los ayuntamientos que hoy
lucen como cementerios fantasmales sin los servicios adecuados, calles
abandonada, llenas de baches, faltas de luminarias, áreas verdes, vigilancia policiaca, camiones de recolecta
de basura en el patio del deshuesadero, entre otras tantas necesidades,
mientras los depredadores dejan de ser miserables para convertirse en nuevos
millonarios.
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