* Autobuses de tercera
Por Roberto Geffroy
A pesar que el gobierno municipal de Othón P. Blanco, (Chetumal), que encabeza Eduardo Espinosa Abuxapqui y socios propietarios de concesiones de las líneas de autobuses que prestan sus servicios en la capital del estado de Quintana Roo que habían anunciado una excelente atención a los usuarios, pero todo resultó inútil ya que estas unidades no cumplen con los requisitos establecidos.
Al inicio de esta flamante presentación ante los medios de comunicación y propias autoridades se indicaba que estas unidades eran de primera clase y que hoy si se tendría en realidad una buena imagen pero más aún un excelente servicio a miles de usuarios, todo fue una gran mentira estos autobuses simplemente fueron deshechos y catalogados de tercera, no era nada extraño, estos imperios siempre están acompañados con la falsedad.
Hoy como era de esperarse los conductores de estos autobuses son quienes tienen que hacer maravillas para poder echar andar estas unidades, en muchas ocasiones se quedan tirados a medio camino por falta de Diesel, (Combustible), otras veces por desperfectos en los motores y por si fuera poco las llantas, (Neumáticos), parecen nalgas de princesas, lisas y brillantes, pero eso no es todo los choferes son explotados en el horario laboral, marginados en su trabajo y humillados por cualquier falta que puedan cometer.
Oscar Verdugo Trejo, responsable de la empresa Jet Van Car, (Línea de autobuses), en verdad resulta ser un verdugo para los empleados, (Operadores), pero también un irresponsable ya que n o atiende de manera directa los problemas que se presentan constantemente con las unidades mencionadas, de nada ha servido hacer denuncias por este pésimo servicio, las complicaciones siguen y seguirán, un gran número de usuarios manifiestan su inconformidad, solicitan que presten un buen servicio en donde exista puntualidad, responsabilidad y una buena imagen.
Los
inconformes explican que como existen otras líneas que puedan prestar estos
servicios, (Competencia), seguirán soportando estas arbitrariedades, llegando
tardes a sus destinos y tener que trasportarse en autobuses chatarras en donde
se pueden ocasionar riesgos de vida para quienes por desgracia tienen que
ocupar estos servicios.
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