Muchas de las veces el poder político y después económico enferman a funcionarios de los tres niveles de gobierno, senadores, diputados federales y locales, presidentes municipales, servidores públicos, representantes del pueblo y ahora hasta algunos regidores, muchos creen que esto es eterno pero lógicamente están en un error.
El sueño maravilloso llega a su fin para convertirse en una cruel pesadilla para todo aquel individuo, sujeto o bicho
que tan solo llegó al poder para saciar sus más bajos instintos acompañados de la torpeza, ineptitud, miopía, ignorancia, corrupción, nepotismo y cleptomanía, es el momento cuando las uñas salen a relucir tomando lo ajeno, lo que le pertenece al pueblo y sobre todo abusando la confianza de quien le dio algún cargo o nombramiento.
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