Es necesario, antes de explayarnos sobre la definición del concepto explicar que el Supremo Poder de un país democrático se compone de tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Los mismos tienen una cualidad similar de importancia y deben trabajar conjuntamente para mantener el orden de la Nación.
Los Diputados son aquellos ciudadanos escogidos por
el pueblo, para que los represente frente al gobierno. Cada estado o entidad
tiene los suyos, quienes representan a su región en la Cámara de Diputados y
colaboran en la derogación de leyes que tienen por objetivo velar por la salud
y la seguridad de los ciudadanos a quienes representan.
Es decir que un diputado es un individuo que es designado a través de la elección que realiza el pueblo para convertirlo en su representante en una cámara legislativa.
El diputado, por lo tanto, integra la Cámara de Diputados, la Asamblea Legislativa, la Asamblea Nacional, la Cámara de Representantes o el Parlamento, según el régimen constitucional y la denominación de cada país.
En los Estados que cuentan con dos cámaras legislativas (es decir, que son bicamerales), los diputados forman parte de la cámara baja, quedando para los senadores la denominada cámara alta.
La figura del diputado es muy importante en los regímenes democráticos. Se trata de los representantes de la comunidad, elegidos por el sufragio secreto y en libertad de las personas. Al ser elegidos y llegar a la cámara correspondiente, se espera que el diputado defienda los intereses de la gente que lo votó.
Pero como es costumbre en muchas de la ocasiones estos individuos llamados Diputados Federales simplemente llegan al poder para saciar sus bajos instintos y velas por sus propios intereses, sin importarles cual es o será la función de cada uno, llegando al poder, se pasan por el arco del triunfo sus falsas promesas, mientras el pueblo que lo eligió simplemente se queda esperando que llegue el milagro divino.
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