sábado, 11 de julio de 2009

Jesús Armando Liogón Beltrán, mejor conocido en el bajo y sucio mundo como: "La Bestia", Empleado incomodo del ejecutivo


La suerte de un personaje que no es aceptado en el actual gabinete de gobierno

Como en cada sexenio siempre debe de existir un frijol en la sopa, una oveja negra, un funcionario indeseable, un personaje que sueña como cualquier chiquillo y amanece mojado o una persona trastornada que se alimenta de la ambición pero se enferma del poder, la ignorancia e ineptitud lo califican como un sujeto inútil que se convierte simplemente en un parasito, en un virus que contamina e infecta a quien verdaderamente trabaja y es responsable en la encomienda del ejecutivo estatal, su nombre: Jesús Armando Liogón Beltrán, joyita que penosamente se encuentra como Sub Secretario de Desarrollo Político.

Esta alma en pena se encontraba descansando, por no decir echando la hueva y cobrando en el congelador del gabinete, llamado inteligentemente, El grupo de asesores del gobierno del estado, pero milagrosamente fue rescatado, salvado y desembarazado por la recomendación de una madrina que al parecer hoy se encuentra agradecida por los servicios y trabajos que le otorgara Liogón Beltrán, mejor conocido en el bajo y sucio mundo como: "La Bestia", la suerte lo ha acompañado de tal grado que se encuentra en el lugar adecuado y preciso donde se obtienen recursos económicos, simplemente y naturalmente colocando el trasero en un escritorio que nunca le ha pertenecido.

Jesús Armando Liogón Beltrán se ha convertido en un verdadero y espeluznante zombi idiotizado por el poder y la fuerza que según el cree tener, hoy la prepotencia, superioridad y poderio lo han llevado a ser catalogado como una persona, no funcionario, enfermo y falto de conocimiento que causa putrefacción, verguenza, descontento y quizáz risas al observar que aún sigue viviendo en el mundo de las fantasías y de jaladas mentales, la misión y visión es madurar, ser responsable y despertar de ese infantil sueño, sus caprichitos de niño callejero y malandro lo hunden cada instante, su espantoso y ridículo carisma lo convierten en un ser antisocial, indeseable, repugnante y golfo.

Este grillo milpero no ejerce su trabajo como sub secretario, se ha dedicado a formar parte de los chismes de lavaderos, como también a provocar divisionismo entre los verdaderos funcionarios y políticos que desquitan sus sueldos y conocen las actividades que deben de ejecutar, Liogón Beltrán debería de permanecer en el congelador o en la cajita de basura y desechos que suelen arrojarse cuando una persona o funcionario no hace bien las cosas o simplemente se convierte en un demente que causa enojo, pero que finalmente se transforma en un tema de tristeza, por que no existe manera de poder ayudar a un personaje, crónico, nefasto, desdichado e infortunado como lo es Jesús Armando Liogón Beltrán, "El empleado incomodo del ejecutivo".