sábado, 26 de septiembre de 2009

Un lobo feroz escondido en un corderito


Andrès Ruiz Morcillo es tan solo un fantasma municipal de Othòn P. Blanco

Imposible de creer pero es un espantosa y apocalìptica realidad en este trienio de gobierno municipal de los nueve ayuntamientos que componen la entidad Quintanarroense, se ha observado el poco interès que han tenido algunas autoridades para trabajar para un optimo desarrollo en obras, proycetos o programas, en una entrega total a cumplir sus engañosas y falsas promesas, pero sin duda alguna de servir a una sociedad que depositò su confianza, no es justo que se estè jugando con el juramento y con la encomienda de una soberanìa estatal.
En este blog sin censura hablaremos de nuestros gloriosos, poderosos y heroicos presidentes municipales quienes se consideran invensibles, intocables, sagrados, dioses y en muchas ocasiones dueños de un ayuntamiento y patrones directos del personal que labora de base y de confianza, sus vidas cambian y convierten en muchas de las veces a sus directoras y secretarias como parte de un harem, de un paraiso donde solo existe el placer, encantos, vicios, inmoralidades, depravaciones, corrupciones y derroche de dinero que se convierte en lujosos regalos y detallitos para la damita en turno.
Demos inicio con el señor del espectàculo, show y escàndalos, Andrès Ruiz Morcillo, maravilloso y asombroso presidente municipal del ayuntamiento capitalino de Othòn P. Blanco quien se ha caracterizado por ocultar su verdadero rostro asemejando una persona sencilla, sincera, humilde, sumiso y fiel, pero la espeluznante realidad es otra, es una autoridad rencorosa, agresiva, explosiva, resentida, bravucona, inaudita y muy extraña, su falta de madurez lo han llevado a tropezar y a realizar torpezas infantiles, imaginando que el poder polìtico y econòmico lo convierten en un emperador eterno e inmortal.
El gran error, ineptitud e ignorancia fue cuando aceptò que una dama del pasado de muy estrecha relaciòn estuviera o formara parte de su gabinete, su nombre Alejandra Valle Contreras, el escàndalo saliò a luz pùblica cuando esta pesadilla del señor presidente diò a conocer que existìa un producto de la relaciòn que años atràs se habìan vivido momentos llenos de ternura, amor y delicias, fue entoces cuando el palacio municipal de la Alvaro Obregòn enmudeciò, los amigos y personas cercanas a Ruiz Morcillo, "El guero Cachetòn", no daban crèdito a lo que sucedia, aquel rostro angelical y de corderito se habìa convertido en un feroz y agresivo lobo, su verdadera personalidad se estaba descubriendo de manera penosa.
Hoy el ayuntamiento capitalino se encuentra en un total abandono, como si el tiempo se hubiera detenido, como si se tratara de un castigo de Dios, el bochornoso caso de ese amor "oculto" descontrolò la tarea y trabajos de un buen equipo, fue una puñalada letal que hoy sin duda ha provocado que una carrera polìtica se vaya murindo pausadamente, que un hombre de confianza hoy se encuentre enla cuerda floja ante una sociedad que reclama lo que le pertenece que son las respuestas a sus demandas, pero lo triste del caso se basa en estar en la lista negra de una màxima autoridad y de seguir gobernando un municipio donde su gente sin pena alguna lo señala, critica y rie del papel que desarrolla como presidente.
La pesadilla, tormento y sufrimiento aùn no termina, la guerra sigue en pie, sus enemigos que se encuentran hoy en el palacio municipal han politizado el caso Alejandra Valle Contreras, serà un crujir de dientes que durarà no nada màs en su adminitraciòn si no tambièn en la vida cotidiana de este personaje y peor aùn con el pobre desconcentrado e incopetente gabinete que lo acompaña, los pasillos del edificio presidencial figuran un espacio fantasmagòrico, la sociedad se empieza a olvidar que existe una autoridad, las familias del campo se han resignado a vivir tan solo de los milgaros del Dios divino, no existen apoyos y atenciòn a sus demandas, la tristeza del caso es que a Andrès Ruiz Morcillo aùn estarà varios meses mas en el poder, lo que convierte en un sufrimiento eterno a esa gente olvidada y hundida en la pobreza.