sábado, 12 de diciembre de 2009

Carlos Joaquìn González en busca de mecanismos para el desarrollo del estado de Quintana Roo


Vamos por el turismo de naturaleza, Diputado Federal Carlos Joaquìn Gonzàlez



"Félix González Canto peleó por más recursos para el turismo de naturaleza"** Quintana Roo tiene un enorme potencial en turismo de aventura y ecoturismo“Un reto importante para la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados es promover un turismo que incorpore desde su concepción la fórmula del ´equilibrio’ entre desarrollo y medio ambiente, la comunidad y la inversión, la competitividad y la sustentabilidad, binomios que no sólo son deseables sino posibles en el marco de un principio, respeto al marco técnico y jurídico” aseguró su Presidente, el Diputado Federal Carlos Joaquín en el marco del “Foro de Turismo de México. Análisis y Realidad del Sector”.

Quintana Roo es una de las entidades con mayor posibilidad de detonar el gran potencial de esta vertiente del turismo, por las condiciones culturales, económicas y sociales que prevalecen.

En el año que está por comenzar, 150 millones de pesos serán invertidos en proyectos de infraestructura y de ecoturismo, subrayó Carlos Joaquín, quien resaltó el esfuerzo del gobernador del estado Félix González Canto para alcanzar el monto presupuestado.

Carlos Joaquín señaló que en nuestra entidad contamos con empresarios con experiencia y visión para desarrollar este tipo de proyectos, con organizaciones ambientalistas maduras y críticas para realizar auditoras ciudadanas, con grandes extensiones de superficie protegida y normada en las ANPs, y con gobernantes con la firme decisión de avanzar en esta línea como el gobernador Félix González Canto y el presidente municipal de Othón P. Blanco, Andrés Ruiz Morcillo, quienes fueron al Congreso de la Unión a pelear por más recursos para el ecoturismo, el turismo rural y el turismo de aventura.

El Foro de Turismo de México celebrado en el recinto legislativo de San Lázaro el fin de semana, se señaló que una de las ramas de la producción que más ha crecido en el mundo, en las últimas dos décadas, ha sido la del turismo.

Carlos Joaquín recordó que la Organización Mundial de Turismo estimó que en 2004 esta actividad generó cerca del 10.4 por ciento del PIB mundial y 215 millones de empleos (8 por ciento del total mundial). El número de turistas creció, entre 1950 y 2004, de 25 millones a 760 millones. Turistas que viajan a destinos clasificados de: cultural, de playa y sol, de negocios, de salud, político, de naturaleza, entre otros.

Dentro de estas categorías, precisó el ex presidente municipal de Solidaridad, el turismo de naturaleza es el que más se ha incrementado. Mientras que la industria del turismo mundial en conjunto creció, en la década de los noventa, en 9 por ciento, la categoría de naturaleza lo hizo entre 20 y 30 por ciento.

El legislador federal abundó que al turismo de naturaleza, a su vez, se le divide en turismo de aventura, aquel que ofrece al público la producción de adrenalina, por ejemplo, rapel, navegación en ríos con rápidos, parapente o paracaidismo; y el ecoturismo, definido como un viaje responsable en áreas naturales, gracias al cual se puede conservar el medio ambiente y mejorar las condiciones de vida de la población local.

Carlos Joaquín precisó que para que una actividad sea considerada ecoturística debe contar, al menos, con tres requisitos: 1) que promueva la conservación de los espacios naturales; 2) que sea una opción productiva que involucre directamente a los dueños de la tierra; y 3) que contribuya a la educación de quienes la realizan.México, uno de los países de mayor riqueza natural y con una diversidad de ecosistemas sólo comparable con China, pero prácticamente no ha desarrollado el ecoturismo, salvo en algunos ejemplos aislados.

El legislador quintanarroense coincidió con lo expresado con la ex titular de la SEMARNAT, Julia Carabias respecto a que aprovechar el enorme potencial que el ecoturismo tiene en el país implica además de normar para evitar los impactos ambientales, impulsar una verdadera política de fomento, con una visión de largo plazo, que cumpla con los requisitos mencionados y ofrezca certidumbre a las inversiones.