jueves, 11 de febrero de 2016

ORACIÒN DE LOS POBRES



ORACIÒN DE LOS POBRES


Por: Roberto Geffroy




Dios mío perdona a todos aquellos que solo llegan al poder para saciar el hambre del poder político y más aún de poder económico, aquellos que llegan acompañados de la corrupción y de la deshonestidad.



Cuantos millones de pesos se gastan en campañas los políticos para poder llegar a ser Presidentes de la República, Gobernadores de los estados, Senadores, Diputados Federales, Diputados Locales, Presidentes Municipales y hoy en día hasta los Regidores, los politiquillos del sótano, pero quienes también inician con la escuelita de sacar las uñas y tener dinero de manera fácil.



Después de llegar al poder viven como Reyes Inmortales e Intocables saciando sus caprichitos, adquiriendo grandes mansiones, terrenos de alto valor, autos de lujo, joyas, cuentas bancarias, yates y sin faltar la rienda suelta a sus más bajos instintos, el alcohol, juegos de azares, sexo en donde cuentan con un Harem de hermosas mujeres e incluso algunos de estos derrochadores de dinero no saben en que invertirlo, les entra la enfermedad y hasta de sexo cambian.




Todo luce maravillosamente hermoso, pero mientras tanto existen muchas familias que se encuentran hundidas y perdidas en la pobreza y miseria, muchas madres abandonas, niños con tristeza y desesperación en sus rostros, llorando y estirando sus manos para pedir un pedazo de pan, una tortilla o un vaso de agua.




Otras familias más no tienen en donde vivir, habitan bajo el sol, lluvia, frio, al acecho de animales de la oscuridad y de la delincuencia o vándalos quienes se aprovechan de esta situación y en muchas ocasiones estas familias humildes son violadas y asesinadas, lógicamente con sus derechos pisoteados y sin que ninguna autoridad se haga responsable de estos actos despiadados.

Parece increíble pero es una cruel realidad.



Queremos unir nuestra oración a la de tantos hermanos nuestros que sufren pobreza, hambre miseria, paro, necesidad, víctimas de la crisis y de las injusticias de nuestro mundo.

Una crisis que se extiende por todo el mundo. Crisis crónica en los países más empobrecidos y crisis financiera en nuestro país.




Sufrimos la enorme crisis económica actual y, sin embargo, nunca ha habido tanta riqueza en la tierra. No hemos sido capaces de erradicar el hambre, millones de personas son analfabetas, millones de niños sin acceso a la educación viven condenados a perpetuar la pobreza.
  
Una vez más, Jesús nos recuerda que en este gran banquete del mundo hay ricos comiendo grandes manjares, y pobres malviviendo de las migajas que caen de la mesa del rico.