sábado, 6 de agosto de 2016

¿CORRUPTOS EN QUINTANA ROO?





¿CORRUPTOS?



Por Roberto Geffroy



Los diez mandamientos del corrupto





 


“Una sociedad corrupta apesta, y que aquél que permite la corrupción no es un ciudadano digno y honesto, sino que también apesta”. La corrupción es la madre de toda familia que se encuentra involucrada en el  llamado mundo bajo y sucio, como es la “POLÏTICA”.





1. La negación




Toda acusación vendrá acompañada de una negación inmediata de la misma por parte del acusado. El buen corrupto negará su condición hasta la saciedad ante la sociedad. Basará su negación en la presunción de inocencia y seguirá negando su culpa aún condenada mientras la condena no sea firme. Porque el buen corrupto nunca lo ha sido, ni lo es, ni lo será, según él mismo.




2. El recurso




El buen corrupto presenta recursos, nunca dimisiones. Y si lo hace, si dimite, el gesto jamás será interpretado como de arrepentimiento si no como una manera de “obtener tiempo para poder defenderse” o para evitar “que se utilice la imputación contra su partido”. Por el contrario, el buen corrupto presentará tantos recursos como la ley le permita. Habiéndose agotado todos éstos, el cum laude del corrupto será solicitar el indulto a la  Justicia, tal y como ha hecho el corruptus maximus, en nuestro país, estado y ayuntamiento o comunidad.






3. Los errores (administrativos)




El buen corrupto jamás reconocerá un delito, como mucho admitirá “errores administrativos”. Porque errar es humano y solo hierre el que trabaja. Porque “todos nos equivocamos” alguna vez y “¿es que usted no se equivoca nunca?”. Un error administrativo, a diferencia del resto de errores, no tiene responsables en la cosa pública; se diluye inevitablemente en el marasmo de la burocracia. Es como un ente fantasmagórico que recorre los pasillos y despachos de la administración. Nadie lo ha visto nunca, pero todos aseguran que está ahí, desde el inicio de los tiempos.




4. Las manos limpias




En este mandamiento se refiere el buen corrupto a su condición de impoluta honorabilidad, a su moral prístina y cristalina. No vano se usa el cristal como símil de la transparencia y limpieza: manos limpias (más que el “agua a chorro limpio”) y bolsillos cristalinos. Quizá no se dé cuenta el buen corrupto al expresarse así que la frase tiene reminiscencias bíblicas de significado contrario. Porque esas manos limpias también se refieren al enjuague de Poncio Pilato, al lavado de las mismas ante los problemas; El problema del abuso de este mandamiento es que, cuanto más se recita, menos se lo creen a uno.




5. La mano negra




A diferencia de las manos anteriores, estas no pertenecen al buen corrupto si no a su archienemigo en la sombra, ese que mueve los hilos con una maldad sobrehumana para arruinarle la vida porque disfruta con ello. De este modo, la mano negra persuadirá a policías para que investiguen y detengan, manipularán a jueces para que juzguen y condenen. Como es obvio, tal mano negra solo existe en la mente del buen corrupto y sirve para despistar la perdiz delante de la opinión pública. Funciona durante un tiempo, pero al final aburre por exceso. Hay veces que el propio buen corrupto se cree la existencia de esa mano negra. En estos casos se trata de una patología.

 






6. Los técnicos




Si las medidas anteriores no funcionasen, existe este otro mandamiento basado en el absoluto desconocimiento (llámese supuesta ignorancia) de la materia por la que el buen corrupto está siendo juzgado: echarle la culpa a los técnicos. “Yo no soy catedrático de derecho”, “yo no soy arquitecto”, “yo no soy…”. Cámbiese el sustantivo por cualquier otra profesión y el buen corrupto habrá volcado toda su culpa sobre el desprevenido funcionario de turno. Los mismos funcionarios  y según los sindicatos, se sienten atemorizados cuando tienen que firmar documentos poco claros, presionados por el tiempo, políticos irresponsables y editores sin escrúpulos. ¡Pobres técnicos del Ayuntamiento, que estáis más capacitados intelectual y moralmente que quienes os mandan!




7. La Justicia (con mayúsculas)




Al iniciarse la instrucción del proceso por el que está imputado, el buen corrupto empezará sus ataques verbales contra la justicia siempre la con misma frase: “respeto a la justicia”. Miedo da cuando empiezan sus frases así; ¡tiemblan las Torres V Centenario, reverbera en las salas del TSJA, chirría en las puertas del TS! Para el buen corrupto hay dos justicias: una se escribe con minúsculas y la otra con mayúsculas. La diferencia está clara. La de minúsculas es la que dicta sentencias en su contra y la otra, la que dicta sentencias a su favor (o sobresee los casos, que para el caso es lo mismo). Dejemos las mayúsculas para después del punto y los nombres propios.




8. La difamación




Para el buen corrupto todo forma parte de una campaña de difamación contra su persona, una persecución por intereses partidistas o personales. “Quieren conseguir por los tribunales lo que no han conseguido por las urnas”, suele ser una de las frases más usadas por los buenos corruptos en el ejercicio del poder. Para defender su honor, el buen corrupto se defiende atacando; “se acabó lo de boxear con una mano a la espalda”. Y, venga, a repartir mamporros (denuncias) a diestro y siniestro. Recibe cualquiera que pase por allí, todo sea por el honor del corrupto.  En ocasiones, estas denuncias no tienen fundamento y se quedan en simples fuegos de artificio de cara a la galería.




9. Causa general




Cuando el buen corrupto no está solo en su calvario, si no que forma parte de una extensa comunidad de buenos corruptos, la victimización individual se convierte en causa general. Expone su Via Crucis sin pudor ante la opinión pública, para tratar de mostrar la persecución que está sufriendo. “¡No entiendo qué tienen contra mí!”. Desempeñan tan perfectamente su papel que incluso hay algunos que se lo acaban creyendo, interpretándolo incluso delante de los suyos.




10. Los otros




El último mandamiento, estrechamente emparentado con los dos anteriores y con el quinto, es la huida hacia adelante en la Pasión del buen corrupto: Los corruptos son los otros. Mientras el dedo de la justicia los señala con severidad, ellos tratan de desviar la atención apuntando con el suyo a otras personas. De este modo, catalizan la victimización acusando al adversario de los mismos delitos por los que se les investiga a ellos. Del “yo no he sido” pasan al “ha sido él” y al “y tú más”. En cero coma.



Si han llegado hasta este décimo mandamiento de la corrupción, queda por añadir que cualquier parecido con la realidad es pura congruencia, supuestamente, claro.





Digan NO a la complicidad, NO a la impunidad, NO al miedo, Despierta y defiende tus derechos, tu eres parte del pueblo y no mereces ser gobernado por ningún individuo corrupto.


Pero, ¿Existiran corruptos en Quintana Roo?



Usted tiene su propia versión o comentario.

Enfermedad llamada corrupción



Cuando hablamos de corrupción se nos viene a la mente una multiplicidad de imágenes de coimas y enormes colas de usuarios esperando acelerar de una u otra manera sus trámites frente a aquél circunstancial y poderoso funcionario. Ese reflejo de esta enfermedad nacional, nos lleva a la necesidad de definir la idea o concepto de corrupción, en el ámbito de la función pública.

De acuerdo a su etimología, la palabra corrupción proviene del latín corrumpere, que significa alterar, destruir, depravar, sobornar. Ya Aristóteles hablaba de ella como una degeneración de las tres formas de Estado ideales: la Monarquía, la Aristocracia y la República.

Con el paso de los siglos, y ya en la modernidad, se acuñó en el año 1931 una definición usada hasta hoy, que considera a la corrupción como el abuso de la función pública en pos de un beneficio privado (Joseph A. Centuria). No hablamos, por lo tanto, de la deshonestidad convencional o de los delitos como fraude a los fondos públicos, que son tratados en la ley penal como todo robo. Estamos ante una conducta individual y voluntaria, y por lo tanto conciente.

De dicha definición se desprenden tres elementos constitutivos de la corrupción pública:

En primer lugar, debe tratarse de una función pública, para lo cual debemos distinguir entre esfera pública y privada, y atender a las normas dictadas por los Estados para regular la administración pública.

En segundo lugar, estamos ante una conducta que sirve a intereses propios o al beneficio personal. Este interés puede ser de tipo material o inmaterial, ejercido de manera directa o indirecta, y consistir en un beneficio para la propia persona o para terceros. Siempre es consciente e intencional.

Un tercer elemento es el abuso, pues estamos hablando de un cargo público basado en una autoridad soberana, que no es ejercido debidamente, explotándose al máximo o incluso violando las reglas de conducta establecidas, con el propósito de llevar a cabo objetivos personales, contra la ley. Se produce así una colisión de intereses entre el interés público y los intereses privados del funcionario corrupto.


SUPERVISA EL GOBERNADOR AVANCES DEL HOSPITAL DE ESPECIALIDADES CON ONCOLOGÍA DE CHETUMAL



*El gobernador Roberto Borge Angulo destaca que la obra representa un gran avance para el Estado en materia de atención a la salud, ya que el tratamiento contra el cáncer se podrá realizar en esta capital


*Explica que el nosocomio contará con 758 metros cuadrados adicionales a los programados en el proyecto inicial. En total el Hospital tendrá 7 mil 558 metros cuadrados de construcción
*En la construcción de este Hospital de Especialidades de Chetumal con Oncología, se autorizó una inversión de 585 millones de pesos para su construcción y equipamiento, refiere el jefe del Ejecutivo


*El secretario de Salud, Lorenzo Ortegón Pacheco, expone que se marcha a buen ritmo en la construcción del proyecto y externó que la obra quedará lista en tiempo y forma de acuerdo con lo programado





CHETUMAL, Quintana Roo, 5 de agosto.— El gobernador Roberto Borge Angulo supervisó esta mañana los trabajos de construcción del Hospital de Especialidades de Chetumal con Oncología, infraestructura que presenta un avance del 35 por ciento y cuya conclusión está programada para el mes diciembre de este año, gracias al incondicional apoyo del presidente Enrique Peña Nieto.

—Esta importante infraestructura  representa un gran avance para el estado de Quintana Roo en materia de atención a la salud, ya que el tratamiento contra el Cáncer se podrá realizar en esta capital del Estado, con beneficio directo para los quintanarroenses —recordó el mandatario quintanarroense.





El Gobernador, quien estuvo acompañado por el titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), Fernando Escamilla Carrillo, explicó que con este Hospital de especialidades de Chetumal con Oncología, se cristaliza uno de los compromisos adquiridos por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ya que mediante la Secretaría de Salud federal se fortalecerá en el Estado la atención a las  especialidades médicas, con  amplios beneficios para los quintanarroenses.

El gobernador Roberto Borge Angulo, destacó que este importante nosocomio  contará con 758 metros cuadrados adicionales a los programados en el proyecto inicial, que eran 6 mil 800 metros cuadrados, ya que se dispondrá con una ampliación que ocupará el área de radioterapia. En total el Hospital tendrá 7 mil 558 metros cuadrados.





Esta ampliación permitirá que el área de radioterapia del nosocomio cuente con un área de braquiterapia, área del acelerador lineal y un área de simulación con un tomógrafo especial. La braquiterapia representa una opción de tratamiento efectivo para muchos tipos de cáncer como el de mama, de próstata, cervicouterino  y de otros tipos, indicó.

—En la construcción de este Hospital de Especialidades de Chetumal con Oncología, se autorizó una inversión de 585 millones de pesos para su construcción y equipamiento, en la cual se han ejercido recursos del orden del 35 por ciento —detalló el jefe del Ejecutivo.




El Secretario de Salud, Lorenzo Ortegón Pacheco, dijo que este centro hospitalario contará con 30 camas, seis salas de quimioterapia, cuatro  de adultos y dos pediátricas, área de terapia intensiva, cirugía, dos quirófanos, central de equipos y esterilizaciones (Ceye), recuperación postquirúrgica, consulta externa, trabajo social, archivo clínico, laboratorio de patología, laboratorio de  análisis clínicos, imagenología, servicios generales, sala de  espera,  sanitarios públicos, hospitalización y obra  exterior, añadió.

Esta moderna obra se convertirá en el primer centro hospitalario del tercer nivel de atención médica que impulsa el Gobierno Federal en Quintana Roo, gracias a las gestiones del Gobierno del Estado para procurar una salud para todos, recordó el gobernador Roberto Borge.

—Con estos trabajos de construcción se inicia simultáneamente la segunda etapa de la Ciudad Salud —señaló.

Dijo que se marcha a buen ritmo en la construcción del proyecto, y externó que la obra quedará lista en tiempo y forma de acuerdo con lo programado, que se calcula sea durante el mes de diciembre.

El Hospital de Especialidades de Chetumal con Oncología, estará ubicado a un costado de la Unidad de Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (Uneme Dedicam), en la carretera Chetumal-Bacalar.