sábado, 23 de octubre de 2010

Felix González Canto, un gobernador ejemplar en Quintana Roo

Agoniza una Administración Gubernamental más en Quintana Roo

La administración que encabeza Félix Arturo González Canto está a punto de concluir, se escribe una historia más para la entidad donde durante casi seis años se ha trabajado de una manera incansable para el fortalecimiento, desarrollo, impulso, progreso, perfeccionamiento y beneficio para todos los quintanarroenses, los trabajos se han realizado en toda la geografía estatal, y la sociedad en general avala y reconoce ampliamente la labor y entrega del actual gobernador.

González Canto ha cumplido con su palabra y ha puesto como ejemplo que todo se puede hacer cuando existe la voluntad, fuerza y coraje, pero también reconoce que tiene un buen equipo de trabajo donde su gente del gabinete fue netamente seleccionada para cada área y dependencia, los resultados son positivos, esto refleja el orgullo de un buen gobernador que hoy es identificado como integro, culto, recto y honrado.

Uno de sus mayores logros ha sido superar los desastres que han ocasionado los fenómenos meteorológicos en el estado, su pronta intervención fuer relevante porque en poco tiempo se pudo reestructurar parte de los daños y sobre todo ayudar a las personas afectadas, así mismo el mandatario estatal es ovacionado por incrementar el número de empleos, abriendo nuevas fuentes de trabajo tanto en el norte como en el sur de la entidad, el fortalecimiento en el campo fue un eje importante para el desarrollo de los cultivos y ganadería entre otros temas.

A escasos cinco meses está por cerrarse un capítulo más en la historia de Quintana Roo quien ha sido gobernado durante su creación por el Partido Revolucionario Institucional, (PRI), y hoy quedará en manos de un joven político quien tiene un perfil ampliamente idóneo y quien ha asegurado tener como palabra, servir a su gente, su nombre Roberto Borge Angulo, un personaje que tiene como visión el perfeccionar al estado y como misión gobernar para todos los quintanarroenses.

El palacio legislativo, casa de los nuevos Diputados Electos

Algunos Diputados Locales electos ni idea tienen que es legislar

Como en todos los tiempos algunos de nuestros representantes del pueblo o distrito llegan al triunfo de suerte y en su mayoría con el famoso y conocido dedazo, simplemente porque se le ordena ¡Tú vas! o ¡Tú eres el bueno! Toman la palabra muy en serio y ignorantemente participan, es el momento cuando van perdiendo el miedo y se van relacionando con la sociedad, ya que antes solo en sus casas los conocían.

En muchos de los casos son desconocidos y más aún en el mundo de la política, son personas antisociables, indoctas, incultas, incapaces y torpes que llegan a terminar de aprender a leer y comprender o saber que es en sí legislar o representante en el congreso del estado, es por eso que cuando se tiene que aprobar alguna iniciativa todos estos reprobados y atrasados en estudios hacen lo que sus compañeros realizan, levantando la mano, pero sin saber que pasa o sucede.

Los culpables no son estos sujetos que llegan a la escuelita, si no quien de manera usual los apadrina y los convierte en verdaderos zánganos que llegan tan solo dos veces por quincena a calentar sus asientos en el recinto y lógicamente a cobrar sin hacer nada, a llevarse parte de los impuestos de los quintanarroenses, estos son nuestros gloriosos diputados locales que penosamente causan tristeza por observar su ignorancia, pero también es más grande la vergüenza de que las nuevas generaciones vean estos comediantes de paso.

Pero también hay que hacer mención que existen un gran número de legisladores que llegan al congreso gracias a la mano divina, por ser quizás algún familiar, amigo, socio en negocios, pago a favores o tal vez por ser una mujercita bonita y lógicamente son quienes gozan del poder interno y quienes tienen toda probabilidad de seguir en la ubre gubernamental durante muchos años más, creo que nos hemos acostumbrado a estos actos que se ha practicado durante todos los sexenios, pero que simplemente callamos.