miércoles, 20 de octubre de 2010

Bacalar un pueblo fantasma y perdido en el pasado

Hablar de Bacalar, nos imaginamos un excelente paradisiaco y mágico lugar, lleno de encantos, naturaleza, paisajes, bañada de las grandes aguas de la Laguna denominada de siete colores y sin faltar la zona arqueológica “El Fuerte”, su antigua parroquia, sus calles coloniales y la población alegre y jubilosa por habitar en la tierra de los Dioses, en donde según es el paraíso divino, pedazo de patria donde nunca jamás ha hecho falta algo.

Que hermosa y maravillosa imaginación, pero nada que ver con la realidad, es tan solo un frustrado, fallido e inútil sueño, la comarca que comprende Bacalar se encuentra totalmente aislada de las llamadas autoridades, el tiempo se ha interrumpido donde solo se vive el pasado, su magia se ha convertido en un bochornoso y cruel tormento, su naturaleza se encuentra destrozada ya que sus depredadores han construido en la costa lagunera.

Estos dañinos, nocivos y ambiciosos inversionistas han sido los que han saqueado y explotado a un pueblo que aspiraba y deseaba progresar, pero que gracias a muchos hambrientos y desesperados mandos locales, un pequeño número de capitalistas se han apoderado de las mejores tierras y lugares turísticos, han invadido a la población y con esto contaminando, envenenando gente con depósitos de cervezas y cantinas de mala muerte donde está presente la prostitución.

Sus calles se encuentran llenas de baches, lotes baldíos, luminarias inservibles, falta de vigilancia policíaca donde el cáncer fecal se incrementa y que es el pandillerismo, sus colonias en la periferia sin ley alguna, los robos a transeúntes y casa habitación a la orden, la sociedad tiene el temor al llegar la noche ya que estas se convierten en verdaderas pesadillas donde el terror y la impotencia están presentes, pero no existen recursos económicos para mejorar la imagen, solo para los bolsillos de los que ostentan el poder.

La pobreza invade a Bacalar, la miseria y necesidad se encuentra en su mayor parte de su población, en sus comunidades solo viven con la fe, esperanza de la misma mano de Dios y todo porque sus autoridades se encuentran como en todos los tiempos, sordas, mudas y ciegas, jamás escuchan los lamentos, llantos y gritos de desesperación donde el hambre se encuentra presente, nunca dan respuestas a las demandas y lógicamente no observan en las condiciones dolorosas y tristes que viven muchas familias.

La magia y el encanto ha sido para muchos alcaldes, delegados, regidores y diputados y sin faltar a muchos parásitos, vividores y arrastrados que de manera de lambisconería se ofrecen a ser servidores y mayordomos de la máxima autoridad en turno, también este llamado hechizo ha beneficiado a los amo del dinero quienes de manera amenazadora se convierten en depredadores y delincuentes juntos con la autoridad local, mientras los afectados son los humildes ejidatarios y familias del lugar quienes tienen que pagar una cuota para poder gozar y disfrutar de lo que a ellos les pertenece.



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