lunes, 19 de septiembre de 2011

Día Nacional de Protección Civil, el Ayuntamiento de Felipe Carrillo Puerto recuerda el sismo de 1985 ocurrido en la ciudad de México

Guardando un minuto de silencio
El sismo del 19 de septiembre de 1985, tuvo una intensidad de 8.1 en la escala de Richter, donde después le siguieron una serie de replicas, el sismo tuvo una fuerza equivalente a mil 114 bombas atómicas como la arrojada en la ciudad de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial... Su duración fue de dos minutos, tiempo suficiente para provocar la tragedia más grande jamás vista en México.

En cuestión de segundos 400 edificios públicos y privados fueron suprimidos del paisaje urbano de la Ciudad de México, y otros mil 700 sufrieron daños parciales, miles de cientos de personas, de familias completas quedaron atrapadas entre toneladas de escombros.

Por lo que el drama se repetía una y otra vez, en el multifamiliar Juárez, en Tlatelolco, la Roma, en el Hospital Juárez, en el Centro Médico, en todas las zonas afectadas por el terremoto.

Autoridades en la ofrenda floral
Tras más de dos décadas de aquel terrible terremoto del 85, hoy se celebra el día nacional de protección civil, es por ello que el Honorable Ayuntamiento a través de la dirección de educación en coordinación con la dirección de protección civil conmemoró un aniversario más de dicho día.

Luego de rendir los honores correspondientes a la bandera, el orador oficial de este evento cívico el director de educación Filiberto Chan Balam, precisó, que hace 26 años el devastador temblor de 8.1, que se propicio a las 7 horas con 19 minutos, hizo que en unos cuantos segundos los destinos de miles de familias quedaran marcados por la tragedia.

Frente al desastre de rebasó la capacidad de respuesta de los gobiernos de esa época, la sociedad decidió tomar en sus manos las riendas de su destino.

En ese momento México cambio para siempre, en los días que le siguieron, brotaron los valores más profundos de la sociedad mexicana.

El trabajo en equipo, la generosidad, la solidaridad, la entrega sin límites, el sentido de pertenencia a una comunidad, a una nación unida.

Ese negro 19 de septiembre, los mexicanos aprendimos que muchas manos unidad podían salvar vidas, podían rescatar a quienes habían quedado atrapados entre los escombros.

Hoy recordamos a nuestros seres queridos desparecidos hace 26 años, muchos mexicanos, niños, jóvenes, madres y padres, adultos mayores, amas de casa, costureras y trabajadores perdieron la vida, dejando una estela de dolor en el corazón de México.

Hoy nos unimos a familiares y amigos de quienes nos abandonaron ese día, son ya dos décadas de aquella irreparable pérdida, dos décadas de tristeza, de una ausencia imposible de llenar.

Por ustedes y por otros muchos casos, hoy conmemoramos también a los miles de mexicanos que ese día movido por una fuerza irresistible se fajaron hombro a hombro para salvar y proteger a los sobrevivientes; médicos, rescatistas, enfermeras, enfermeros, policías y mucha, mucha gente, que se volvieron héroes al salvar vidas.

Dos décadas después, la tragedia del 19 de septiembre nos ha dejado valiosas enseñanzas, nos ha enseñado que cuando se trata de ayudar, el corazón de las y los mexicanos no tiene límite, nos ha enseñado también el valor de la prevención y la protección civil.

Según las cifras oficiales el terremoto del 85 dejó un saldo de seis mil 500 muertos, aunque años después se reconoció que las cifras pudieron haber llegado a 20 mil muertos y 30 mil heridos, los daños materiales se calcularon en cuatro mil millones de dólares.



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