Para los amantes y adictos al tema de la política en nuestro
pobre, castigado, hambriento y moribundo país de México poco les importa que
exista gente o familias viviendo en la pobreza extrema, en la miseria misma que
causa dolor y tristeza, llanto, repudio e impotencia, pero que desgraciadamente
solo lo padecen y sienten las masas marginadas, alejadas y rechazadas por los
propios gobernantes en turno, quienes se pasan por el arco del triunfo estos
lamentos y necesidades de los hermanos que hoy claman justicia y piden piedad
ante la crisis que afecta a los más jodidos.
Para muchos la palabra “Política” es simplemente la madre de
todas las falsedades, la madre de la corrupción y la madre de algunos piratas modernos que hacen llamar
funcionarios, gobernantes, diputados, senadores, presidentes municipales y
hasta algunos pequeños roedores ratoncillos llamados regidores, en su mayoría todos
forman un clan vicerable, lleno de parásitos y zánganos que llegan al poder
para ser mantenidos por la sociedad en general, pegados en la ubre de los
gobiernos, lugar en donde fluyen los recursos económicos, lugar en donde se
encuentra el deseado y ambicioso botín.
Es por eso que México, entidades, ayuntamientos y
comunidades se encuentran en el total abandono, hundidos en la pobreza,
muriendo de hambre, en donde les hacen falta medicamentos, agua, apoyos para el
campo, pero sobre todo trabajo. Es lamentable que en pleno siglo XXI muchas
familias aún vivan como tercermundistas, discriminados y olvidados por todos
aquellos grillos milperos que prometen tantas cosas cuando se encuentran en
campañas políticas para ocupar cargos
importantes, se necesita hacer una buena limpia y mandar a la basura a todos
los mañosos, uñas largas y amantes de los ajeno.
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