jueves, 1 de agosto de 2013

LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE UN BUEN PRESIDENTE MUNICIPAL EN QUINTANA ROO



1nunca debo olvidar que soy un representante Ciudadano, y como tal debo representar las aspiraciones y esperanzas Ciudadanas. Debo ser siempre honesto estar dispuesto a trabajar al servicio de todos, particularmente los más necesitados, ya que son ellos quienes más necesitan una nueva política municipal.
2Debo actuar con serenidad y eficacia, no ser demagogo, ni hacer promesas que no pueda cumplir. Debo ser accesible y estar abierto a todos los ciudadanos demostrar como Autoridad Municipal mi voluntad a trabajar al servicio de todos y con todos.
3Debo demostrar con hechos y a corto plazo que es posible hacer una gestión eficaz, eficiente y democrática. Proponer de inmediato un plan de trabajo y empezar a realizarlo, estableciendo con claridad los objetivos que se quieren cumplir al año y a los tres años, para que después se evalúe y juzgue, buscando que a los tres meses se pueda notar que algo ha cambiado.
4Debo trabajar intensamente para sanear las dependencias del gobierno municipal, erradicando la corrupción, la ineficacia el clientelismo político y los cacicazgos, y al mismo tiempo fortalecer el Cabildo. Debo realizar una administración clara y transparente para todos los ciudadanos, donde se trabaje .con eficiencia y se reciba con atención; entonces así se podrá exigir de todos los ciudadanos, la misma claridad, honestidad y educación cívica.
5Debo hacer del gobierno municipal un instrumento al servicio de la comunidad, y no al servicio de caciques, grupos de presión, grandes empresarios o especuladores de todo tipo. Debo trabajar por reconstruir las comunidades, los barrios, los pueblos y las ciudades, para que en ellas se pueda vivir dignamente en un marco de justicia, legalidad, tolerancia, respeto y equidad.
6Debo ser consciente de que la política municipal no la hace sólo el presidente o la presidenta municipal, ni tampoco es monopolio de los técnicos y especialistas. La política municipal debe hacerla el conjunto de los ciudadanos, de manera directa o a través de diversas formas de organización y asociación. Debo trabajar para abrir y descentralizar la administración pública, buscando la participación de los legítimos representantes de las comunidades y de los distintos sectores o intereses ciudadanos, con la conciencia de que nadie es poseedor exclusivo de la verdad, y por lo mismo, saber asumir los conflictos con sectores ciudadanos como signo del fortalecimiento de la sociedad civil.
7Debo ser consciente de la gravedad de los problemas y de los obstáculos a superar, entendiendo que la tarea del presidente o la presidenta municipal, no es sólo administrar los recursos públicos, sino combatir de frente el centralismo, el autoritarismo y el interés particular, cuando éste se quiere imponer sobre el interés público, estimulando la movilización y la organización de los ciudadanos, ya que ésta es la fuerza más importante del municipio.
8Debo superar la visión estrecha y localista y trabajar por la democratización del municipio, como un medio para reconstruir el país y en la participación ciudadana; donde el municipio desarrolle una política que se apoye en las aspiraciones y demandas de la población consciente y activa.
9Debo dar ejemplo haciendo del Ayuntamiento un organismo irreprochablemente democrático, que elimine el personalismo y la concentración de poderes en el presidente, poniendo al cabildo en primer plano, abriéndolo a la ciudadanía y hacer del Ayuntamiento una institución pública
10Para tener un buen ayuntamiento debo proponer una nueva ciudad y una vida solidaria que termine con las injusticias y las marginaciones. El cabildo debe representar la vieja aspiración de los mexicanos de construir un municipio eficiente; por lo cual, debo ser un presidente democrático y saber gobernar con todos y para todos, permitiendo la expresión de la diversidad de ideas que conviven en los municipios de México, sólo así podré sentir realmente, que estoy sirviendo al pueblo de mi país.

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