lunes, 6 de enero de 2014

Origen histórico de la Rosca de Reyes



La tradicional Rosca de Reyes


La rosca de Reyes es un postre que se consume el día 6 de Enero, conmemorando que los Reyes Magos han encontrado el pesebre donde ha nacido Dios. Por la mañana los niños reciben regalos, que los reyes les dejan durante la madrugada de la víspera en sus casas, en representación de los presentes que los Reyes Magos le llevaron al Niño Jesús. Esta es una costumbre del cristianismo, y la historia cuenta que de Persia salieron los tres Reyes Magos para ir a adorar al Niño Jesús.

Y según lo narra Marco Polo en su libro El Millón: “Los tres Reyes de la comarca se pusieron de viaje para adorar a un profeta recién nacido y llevarle tres ofrendas: oro, incienso y mirra. Si el profeta tomaba el oro, era rey terreno; si tomaba el incienso era un Dios; y si tomaba la mirra, era un médico. Sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltazar, tres Reyes Magos ataviados con llamativas vestimentas que salieron de Oriente y que hoy con el paso de los años forman parte de las celebraciones decembrinas. Cargados de regalos, oro, incienso y mirra, especialmente para el niño.

Y para conmemorar esto, nació la costumbre de partir la rosca, que se origina en la Edad Media. En Francia comenzó a celebrarse esta fecha, cristianizando la costumbre pagana de “elegir un rey de las fiestas” Inspirado en el Eclesiastés, la gente se reunía en la noche familiar alrededor de una rosca de pan dulce adornada con azúcar y frutas cristalizadas, en la que habían escondido un haba, como símbolo de la huída de la persecución del rey Herodes. Actualmente el haba ha sido sustituida por una figurilla de plástico escondida en el pan. Cada persona corta una rebanada de rosca, y el cuchillo simboliza el peligro en el que se halla el niño Jesús. La persona que tiene la suerte de encontrar la figurilla al cortar el pan, es, según la costumbre, anfitrión de otra celebración posterior: Por ejemplo en México es el 2 de Febrero el día de la Candelaria, y la tradición observa que esta persona debe confeccionar un “ropón” al niño Jesús. Es decir, vestirlo de gala y ofrecer a sus invitados los tradicionales tamales, hechos de maíz, (el alimento prehispánico por excelencia) y chocolate, “el alimento de los dioses”.

ORIGEN

Después que los Reyes adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no regresaran donde Herodes y ellos regresaron por otro camino. Herodes, al enterarse que había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo de perder su puesto y ordenó matar a todos los niños menores de dos años, entre los cuales se encontraría dicho Rey. La Sagrada Familia huyó a Egipto y el niño Dios se salvó.

Los primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la mezclaron con la historia de la visita de los Reyes Magos para la celebración de la Epifanía: cambiaron el pan ázimo por pan de harina blanca y levadura, cocida en forma de rosca, endulzándolo con miel y adornándolo con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas nueces.

Para los cristianos, la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin. Los confites son las distracciones del mundo, que nos impiden encontrar a Jesús.
El muñequito escondido dentro de la rosca simboliza al Niño Jesús, que los Reyes no encontraban porque la estrella desaparecía.

Esta costumbre de los cristianos de Palestina llegó a Europa y posteriormente a América.

En México, el que encuentra el muñequito de la rosca se convierte en el centro de la fiesta: se le pone una corona hecha de cartón y cubierta de papel dorado y se le da el nombramiento de padrino del Niño Jesús.

El padrino deberá vestir con ropas nuevas a la imagen del niño Jesús, del Nacimiento, y presentarlo en la Iglesia el 2 de febrero, día de la Candelaria. Después hará una fiesta con tamales y atole.

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