FOGONAZOS
Por: Roberto Geffroy
Campesinos rehenes de la pobreza y del paraíso de los parásitos
El sector rural se ha convertido en un foco de números
rojos en donde la miseria y pobreza se han hecho presente desde hace muchos
sexenios, las promesas y compromisos que existen en cada campaña electoral
simplemente han quedado escritos en hojas de papel, los hechos no se han observado
en realidad, necesidades y carencias se siguen incrementando de tal grado que
muchas familias se han desintegrado y otras más emigran a Estados Unidos de
Norte América en busca de nuevas oportunidades y quizás nuevos sueños, sueños
que se convierten en espeluznantes pesadillas.
Es evidente señalar y escuchar el llanto silencioso de quienes se dedican a sembrar sus tierras, quienes sacrifican su tiempo y pocos recursos económicos que ahorran durante muchos meses e incluso años, pero para su mala fortuna el producto cosechado no se comercializa al no tener un mercado seguro y cuando se logra tener contacto con algún comprador, estos los explotan y pagan a precios raquíticos, son los llamados “Coyotes”, ratas modernas que abusan de la humildad y necesidad de la gente que lucha por sobrevivir, de aquellas familias que ansiosamente esperan obtener algún recurso económico.
Ha sido por años una verdadera burla por quienes han
llegado al poder a la presidencia nacional, claro ejemplo fue del señor de la
botas, o el mandilón, Vicente Fox Quesada, quien se auto nombró “El presidente
del campo”, anunciando que sería quien acabaría con la pobreza de los
campesinos, pero como era de esperarse, fueron tan solo jaladas y fantasías
infantiles, sus falsas palabras lo convirtieron en otro más del montón y en un
falso títere que estuvo durante los seis años bajo la falda de Martha María
Sahagún Jiménez, para muchos, la chancluda que gobernó a México.
Fue tan solo un simple y miserable fantasma como presidente de la república, la pobreza se incrementó considerablemente, los afectados fueron como siempre los de escasos recursos económicos, las familias campesinas, el sector rural y sobre todo los habitantes de las colonias populares marginadas, todo un fracaso y una vergüenza para el país, pero quien se encuentra en el poder les vale madres lo que pueda ocurrir con segundas o terceras personas, mientras existan recursos económicos, regalías, adquisición de tierras, flotillas de autos último modelo y viajes de placer entre otras cosas, lo demás no les importa, la enfermedad del hambre del dinero los convierte en dañinos depredadores.
Después y con la mis escuela llega, “El señor del alcohol” Felipe Calderón Hinojosa, se dijo ser el “Presidente del empleo”, otra mentira más para la sociedad mexicana que lo convierte en el mejor actor cómico de la temporada, millones de personas se encontraban en la calle solicitando algún trabajo, otros más mendigando una moneda para el sustento familiar, e incluso muchos jóvenes con titulo en mano ejercían labores como albañiles, ayudantes de cocina, taxistas y algunos más emigran a otros estados o países. ¿En donde había quedado esos compromisos y promesas?, ¿Por qué seguían con sus sucias y falsas palabras, engañando a familias humildes y hundidos en la pobreza?, ¿Cuándo se haría realidad esos hermosos mensajes de campaña de muchos falsos profetas que solo buscan sus propios intereses?
Hoy en la actualidad la pobreza se incrementa, las necesidades del campo son más, el llanto de los hijos de campesinos se vuelve más fuerte, la impotencia de las familias de la zona rural los hace callar, solo esperan el milagro divino de que muy pronto los mandatarios recuerden que también esta gente del campo existe y son quienes los han llevado al poder en cada campaña proselitista para las presidencias, municipales nacionales y gubernaturas, hoy es el momento de observar hacia atrás y analizar todo el daño que le han causado a la gente del pueblo, que vean como han masacrado la economía de quienes siembran y sufren las carencias cotidianas.
En Quintana Roo también existe la pobreza, la podemos
observar en las comunidades y colonias de la periferia, en donde las familias
se están muriendo de hambre, sus hogares de laminas de cartón, con pisos de
tierras, muchos sin energía eléctrica, otros no cuentan con la canasta básica
alimenticia, se vive en condiciones deplorables, las puertas de los gobiernos
se encuentran totalmente cerradas, los recursos no fluyen y las carencias salen
a flote, la impotencia se apodera de los pobres y las necesidades son cada día más.
Mientras que un gran número de vividores, parásitos y
lambiscones pegados a la ubre del gobierno estatal y municipal son quienes se
benefician en la misma complicidad de funcionarios corruptos y corrompidos por
él y hambre del dinero, los recursos que están destinados para la gente del
campo, y para las muchas familias que piden a gritos una migaja de lo que en
realidad les pertenece se quedan en manos de algunos funcionarios, quienes se
reparten el botín, y esto ha sucedido durante muchos maños, hoy estos vividores
rastreros gozan de una nueva vida, con hermosas casas o mansiones, vehículos del
año, cuentas bancarias, terrenos, viajes de placer, porque muchos con dinero en
mano hasta de vieja cambian.
Muchas de las veces es por ello que se disputan el poder a bases de señalamientos, amenazas, se jalan del chongo, sacan los trapitos al sol, e incluso se enfrentan en contra de la maquinaria partidista con tal de obtener el objetivo, de poder llegar al triunfo y lógicamente con la visión de salir de la miseria y enriquecerse de manera fácil e ilícita con los recursos económicos que supuestamente son para el pueblo, pero sobre todo para todas aquellas familias pobres, que siempre han permanecido y vivido lejos de las autoridades y tan solo muy cerca cobijados por la mano de Dios.
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